martes, 2 de agosto de 2016

Todo se paga

Todo se paga, eso dicen; pero no sé si será verdad. Lo que sí es cierto y de lo que ya no tengo dudas es que mi mochila está cargada de demasiadas equivocaciones. Algún día, más pronto que tarde, me tocará pagar todas las facturas. Quizá con intereses. Ahí veré lo que es bueno. No es sencillo descubrirme imperfecto, fallando, actuando erróneamente, pero confieso que he dejado de intentar revertir esta fatalidad. Asumo y callo, esperando que el viento comience a soplar a favor…

Siempre, de Miguel Cuesta.

No hay comentarios: