viernes, 9 de septiembre de 2016

Chica para todo

Cada día se levantaba a las cinco de la mañana para ir al trabajo. Debía despertarse muy temprano, prepararse rápido y, a veces, pensaba que el agua fría de su ducha y las ganas de comer a final de mes no compensaban tanto esfuerzo, pero aún así seguía yendo. Trabajaba en un edificio muy importante, a las afueras de la ciudad; para llegar era fácil, a esas horas no había nadie en las calles. Una vez allí, debía sonreír constantemente, aparentar que era feliz en medio de aquella jauría. Era la chica para todo, la única que conseguía que aquello anduviese. Sin embargo, el mérito era para ellos, para los hombres, que alardeaban de su tradición humanista cristiana, de sus convicciones neoconservadoras y, sobre todo, de sus sospechas hacia todo lo que fuera diferente. Ellos eran hombres y ella, solo la chica para todo...

Two, de Antlers

Pdt. Poco a poco, parece que todo vuelve a la normalidad...

No hay comentarios: