viernes, 28 de septiembre de 2018
La casa de las flores
Y hemos dejado de creer en lo perfecto. Si hace unos
años, pocos, todos nos mirábamos en el espejo de quienes triunfaban, hoy sabemos
que todos los cristales en los que reflejarnos están rotos. Ni uno queda. Y es
que ya no queda nadie perfecto, ni siquiera se aproxima. Eso es lo que sabe
Paulina, capaz de cualquier cosa por fijar y dar esplendor a su singular
familia. Cuando todos caminan en direcciones contrarias es imposible la armonía,
pero ella ahí se afana y vamos que sí lo logra. Hasta José María José acepta, entra
por su aro. Y como contrapunto Julián, que no sabe quién es, que se busca y no
mira nada más. Lo han aprendido todo de la matriarca de los De la Mora.
Virginia sienta las bases porque lo importante es atacar todo lo establecido,
minándolo sin piedad, para que todo siga igual…
martes, 25 de septiembre de 2018
La isla de Alice
Una vez
asumido que aquellos encuentros ya no eran parte de ninguna de mis líneas de
investigación, me dejé llevar. La excitación de lo prohibido le ganó el terreno
(solo un poco) a la culpa. Y la excitación de lo nuevo hizo lo propio (solo un
poco también) con el arrepentimiento.
La isla de Alice, de Daniel Sánchez Arévalo.
viernes, 21 de septiembre de 2018
Pensar otros sitios
Tengo por ahí una historia. Está escrita desde hace
días y no sé qué diablos hacer con ella. No sé si lanzarla al aire para que
caiga donde ella quiera o guardármela para siempre. Tengo tantas en el cajón de
la mesilla de noche, que de verdad ya no sé qué decidir. Nunca se sabe qué es
lo mejor. Lo cierto es que me encantaría que esa historia la de Lola llegara a
buen puerto. Se lo merece, no por ella, que posiblemente nunca me lo
agradecerá, si no por quien la acoja en su estómago. También en sus ideas
porque, como siempre, es una invitación a pensar otros sitios.
¡Ay, amor! de Ana Gabriel.
martes, 18 de septiembre de 2018
Tarde y mal
Con la soga al cuello. Hay días en los que no hay
horas suficientes para tanto ajetreo. Después de la calma siempre llega el
frenesí. Y con la sensación de ir siempre a rastras. Como si se nos fuera la
vida y con ese regusto en los labios de que nunca se está a la altura, que se
llega tarde y mal a los sitios. Dando la nota… Y así no se puede vivir…
No está aquí, de Los Hooligans.
viernes, 14 de septiembre de 2018
Había resultado no existir
Y, por
otra parte, habría sido como vengarse de un fantasma, puesto que el Norman que
yo había conocido y amado había resultado no existir, no ser más que una
imaginación mía, producto de un enorme malentendido del que no podía echarle la
culpa a nadie más que a mí. Había resultado ser un personaje más de mis sueños,
no más real que el poeta loco de la semana pasada, el que aporreaba la puerta
de Sarah Bernhardt. Estaba hundido...
Firmin, de Sam Savage.
Sex on fire, de Kings of Leon.
Pd. ¡Ay, esta canción! Me trae tantos buenos recuerdos... ¡Ay, esta canción que me devuelve la vida!
martes, 11 de septiembre de 2018
El bolso de la salita
Llevaba como dos meses en aquella oficina y nunca
había entrado en la salita del fondo. Llegaba por las mañanas, poco antes de
las ocho, encendía su ordenador y empezaba a ordenar las cosas para el día. La mañana
se le iba volando, gestionando cosas sin parar, agilizando trámites,
consultando su correo… Salía a eso de la una menos cinco y estaba veinte
minutos dando vueltas por el centro, veía escaparates y engullía su mini sándwich
de tomate. Después volvía al tajo y así hasta las cuatro y cuarto de la tarde. Ya
fuera de hora, salía de la oficina. Siempre era una de las últimas y nunca
había entrado en aquella salita del fondo. Maricarmen no tenía su carácter. Comenzó
a trabajar ayer y poco antes de las once, le preguntó por el bolso. ¿Qué bolso?
El de la salita. ¿Hay un bolso? Uno bien bonito…
Fuego, de Eleni Foureira.
viernes, 7 de septiembre de 2018
Desayunos
Los cristales
son ciertamente caprichosos. A algunos les da por dejar pasar la luz tal y como
es y a otros, tontuelos, les da por deformarlo todo. A veces más borroso, otras
más bonito, uno no sabe a qué atenerse con ellos. Y es que todo depende del
cristal con qué se mire. Para unos un desayuno puede ser lo más bonito del
mundo y para otros simplemente un cúmulo de hidratos malsanos. Un día lo ordenó
todo con tanto mimo, había pensado hasta el último detalle, pero cuando subió
el telón aquella mueca con la que se topó lo derrumbó por completo. No se
esperaba aquella expresión de semi asco. ¡Con el mimo que lo había dispuesto
todo! Los vasos, el zumo, los cruasanes… Lloró porque pensó que no se lo
merecía. Incluso llegó a patalear y darse golpes. Pero así son los cristales
con los que se mira…
Happier, de Ed Sheeran.
Pd. Y mañana es 8 de septiembre...
martes, 4 de septiembre de 2018
Perro
Y le llamó perro. Lo dijo con tal desprecio, que rozó
el absurdo. Al primer insulto le siguieron otros: malnacido, cerdo, cavernícola…
Y ya no supo dónde parar. Le nació el odio desde las vísceras y lo vomitó todo, no
se contuvo nada. Lo dio todo. El nivel iba creciendo y ya no supo nada más… Los que la
vieron contaron que hubo momentos en los que perdió el conocimiento. Empató odio
con odio y al final, ya despachada, se quedó tan a gusto que descansó…
Calypso, de Luis Fonsi y Stefflon Don.
Pd. El verano suma y sigue...
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