viernes, 12 de julio de 2019

El polvo de las mañanas

El paso del tiempo a veces es injusto. Solo deja en el recuerdo pequeñas aristas, que tal vez no fueron las importantes. Pero ahí están, siguen como si nada, pudiendo con todo lo demás. Y al mismo tiempo el paso de los días se olvida tantas palabras, tantos dolores, de la vida… Nos empeñamos en retener tantas cosas, esas que poco importan ya, con esas fotos que nunca volvemos a ver o con las palabras escritas en las agendas que solo sirven para cobijar al polvo de las mañanas. Echamos la vida atrás intentando buscar un resquicio de felicidad, sin ser del todo conscientes que de eso ya se encarga nuestra mente, incapaz de no amansar nuestras pesadillas. A todo le da ese barniz de normalidad, de serenidad. Y aunque todo esto sea así, seguimos empeñados en atrapar lo bueno y también lo malo porque al final olvidar es lo único que nos mata…

Con altura, de Rosalía, El Guincho y J Balvín.

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