viernes, 26 de julio de 2019

Canarias, cambio de régimen

Eran respetables. Sí, lo eran. O al menos eso decían de sí mismos. Tenían las ideas claras y sus principios eran los del orden establecido. Defendían las tradiciones, que las cosas continuasen tal y como estaban. Les había ido bastante bien así, siempre a la sombra que más refresca. Cerrando los ojos y poniendo la mano, siempre poniendo la mano. Pero en la vida no hay nada eterno y de buenas a primeras todo cambió. Los que estaban al mando se fueron y vinieron otros. Esos descastados y, por qué no decirlo, un poco usurpadores, decían. No tienen derecho. Así zanjaban todas sus conversaciones sobre los nuevos. Pero con el pasar de los días caes en que nada es para siempre. Y al nuevo comandante le tocó pasar revista. Todos los respetables se alinearon, lejos de mantener las formas hicieron lo que les tocaba, defender sus ideas. Y vaya que lo hicieron: Le dieron la mejor bienvenida, lo adularon hasta la extenuación y estuvieron revoloteando a su alrededor hasta que se fue. A su marcha, la chacha tuvo que pasar la fregona por las babas. Esa espuma blancuzca si no se limpia al momento se reseca y luego queda marca… ¡Aquí paz y en el cielo gloria!

La fuerza del destino, de Love of Lesbian e Iván Ferreiro.

Pdt. Así veo yo el cambio de régimen...

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