sábado, 9 de enero de 2010

Entre tanto caballo muerto

Como una aparición mariana pasas ante mi y te alejas. En mitad de una fiesta. Me arrodillo y comienzo a llorar. Esto no debió pasar, suplico. Mis plegarias sólo se atienen a un objetivo, la salvación eterna. Te veo como un demonio que me desestabiliza cada vez que aparece. Las trompetas del infierno suenan. Todo se desmorona y las nubes se oscurecen más de la cuenta. Pasas pisando fuerte y sonriente. Seguro, mientras yo me derrumbo en una esquina. Ni me ves. Traspones y al desaparecer vuelvo a respirar, lento. Al día siguiente, hoy, todo ha sido distinto. Los minutos van rápido y ya sin rastro de ti me tropiezo con nuevos diablos. Me tocan, me acarician, pero no se atreven a mirarme a los ojos. Guardan secretos. De esos dolorosos, de los que me romperán el corazón otra vez. No puedo hacer nada por evitarlo. Sigo aferrado a mis principios, los mismos que me impiden tener finales. Las agujas de mi brújula se han roto. No sé hacia dónde tirar. Enciendo un par de velas con la tímida esperanza de que me quiten los velos que me dificultan ver la luz. Palpar con claridad entre tanto caballo muerto...

http://www.youtube.com/watch?v=1Bt6Ut-KHxA

Pdt. Rescato una Ojalá muchá, 'Ser'.

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