miércoles, 3 de febrero de 2010

No buscaba el queso, sino tus patillas

Nubes y claros. Un cielo extraño. Como más triste, que siempre. Avanzo entre el lodo. Intentando no caerme al suelo. Tambaleándome junto al barro. Buscando unas manos a las que asirme. Unos ojos que me cobijen y sintiendo como el corazón se me va secando poco a poco. A cada golpe de respiración. El cielo queda lejos y el arco iris ni ha venido, ni se le espera. Callejeo, pero las escorrentías no me dejan avanzar. He caído en una ratonera, sí, yo que me creía libre de polvo y paja, pero he caído. No buscaba el queso, sino tus patillas. Quería poder tocarlas con las yemas de mis dedos. Comérmelas. Dibujarte sueños cerca del oído, pero tal vez no sea el día, ni la noche. La tormenta mengua, pasa como lo hacen los segundos en el Cairo y siento que ya no siento, que se me han escapado entre las rendijas de mi piel las pocas esperanzas que aún conservaba. Y mi cuarzo rosa no es suficiente, aunque lo lleve siempre en el pensamiento, porque sé que ahora los amaneceres serán siempre así, tristes...

http://www.youtube.com/watch?v=fF4HIO25Q3A&feature=related

Pdt. Cada día que pasa es uno pero para el final, que esta vez es inevitable. Suena Estopa y 'Ya no me acuerdo'...

2 comentarios:

Iara dijo...

querido ce:

los amaneceres no son siempre tristes... has mirado si tienes mal el filtro de tu lente? y si lo cambias? prueba, igual ves de otro color... no sé si mejor o peor, sólo diferente...

Ce Castro dijo...

jejejeje quién sabe...