miércoles, 9 de noviembre de 2011

Está el hueco

Y desapareces en mitad de la noche. Te vas y temo mirarme al espejo. Si fuese una estrella seguiría brillando a pesar de tu ausencia, pero la luz de la Luna hoy lo tapa todo, incluso, los sinsabores que heredo tras tu huida. Y prefiero andar a tener que descubrirme, débil. Me preguntan el porqué de las cosas y sé que la respuesta no es sencilla. Quizá no esté escondida, quizá no exista. Corres, corres, corres, siempre lejos de mí. Como si yo fuese justo lo contrario a lo que quieres, a pesar de que hubo días en los que no cabía otra cosa en tu pensamiento más que acurrucarte entre mis alegrías. Eran buenos tiempos. Ahora tampoco son malos. Sólo que no estás. Está el hueco. Me apetece que te adentres en alguno de tus descansos hasta mi salón. Que tomes todo el té y las pastas que seas capaz y que desperdicies en mí tu aliento, que es lo único que me da vida. Una y otra vez, mil veces si es necesario y que no te salgas hasta que el cansancio por el ágape también a ti te deje exhausto. Y evito los cristales para que mi reflejo no se tope con mis ojos soñando en que tal vez estás más cerca de lo que creo…

'La luz oscura del mar', de El Pescao

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ese hueco no? que dando la contra a su significado te llena de angustia y tristeza..

Ce Castro dijo...

Y volviendo a darle la vuelta, un hueco vacío también puede llenarse de esperanza y alegría... ;)

Martina Santo dijo...

Amigo Ce, estuve desaparecida pero ya he vuelto, de a poquito voy leyendo lo que me perdí, esta entrada me ha tocado profundamente, me ha encantado...
Espero que estés muy bien...Sigo leyendo, jaja...
Besotes...

Ce Castro dijo...

Jo, que bien que estés de vuelta. Espero que te lo hayas pasado muy bien. Un abrazo!