domingo, 7 de abril de 2013

Ausencias y silencio

Y de repente el silencio lo cubrió todo. No se dio cuenta, quizá había sido por sorpresa, de un día para otro o no... Lo cierto es que ahora sólo había ausencias y silencio, por todas partes. Inundándolo todo y sin dejar un resquicio al bullicio, los consejos y la buena compañía. No había nada. Ni siquiera su maldito teléfono sonaba. Para mitigar la ausencia de ruido ponía la radio, abría las ventanas para que entrasen los sonidos de la calle y tiraba de la cadena cada dos horas. Pero sabía que aunque se maquillase con colores exóticos el silencio estaba allí y que se había quedado solo.

5 comentarios:

Martina Santo dijo...

Como dijo el señor Mario Benedetti: "Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio". Es hermoso el silencio pero, supongo que, en la medida justa. Besotes

Ce Castro dijo...

Eso, eso en su medida justa y casi nunca cubriéndolo todo... jejeje Espero que estés muy bien. Un abrazo, Martina

Ce Castro dijo...

Eso, eso en su medida justa y casi nunca cubriéndolo todo... jejeje Espero que estés muy bien. Un abrazo, Martina

Lola Birlanga Urbán dijo...

Pues yo agradezco mucho el silencio. Como ahora mientras te escribo. Besos y que pronto empieces a oir ruido.

www.sobrevolandoloscuarenta.blogspot.com

Ce Castro dijo...

A mí también me gusta el silencio mientras escribo... Muchas gracias Lola por pasearte por aquí. Un abrazo