sábado, 29 de marzo de 2014

Tenían fiebre

En aquella época todos estaban enfermos. Tenían fiebre, apenas podían respirar y el mundo se les caía encima. Pronto dejarían de estar. Nadie recordaba una epidemia como aquella, ni por asomo se parecía a cuando un buen día muchos dejaron de amar a sus mujeres. Todos desconocían la razón de aquella plaga, sólo sabían que un mal día todo comenzó a cambiar. A la gente le dejó de apetecer besar y los niños se negaron a pintar con colores. El mundo volvió a ser en blanco y negro. Después vinieron los hombres de negro, que arrasaron con los bancos en los parques y los patos de los estanques. Las primeras muertes llegaron en invierno y la plaga de tristeza se extendió igual que lo hace el aceite sobre el agua tibia. Ahora ya es demasiado tarde, todos estamos enfermos y nadie quiere ponerse a soñar para salvarnos.

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