domingo, 16 de diciembre de 2007

Las Palmas (III)

Últimamente parece que la diosa fortuna, a pesar de todo, me acompaña. Las cosas, algunas, me salen a la primera y no termino de creérmelo.
Llegué a Las Palmas al mediodía y no pude dejar de pensar en que no me merecía estar allí. Las calles, la gente, las palabras. No pude dejar de pensar en el pobre padre de Billy Elliot, Jackie. Sí, en cuando le tocaba cruzar en una guagua entre los suyos y se quería esconder, pero su hijo desde fuera le llamaba esquirol e intentaba apedrearle. No olvido aquellos ojos.
Creo que Las Palmas sigue siendo demasiado grande para mí. Sigue sin gustarme, y eso es algo que no puedo evitar. A pesar de que volví a dormir con una chica. ¿Qué me está pasando dios mío? Le das pan a quién no tiene dientes...
Lo mejor es que tuve poco tiempo para pensar en la playa de Las Canteras. Vi el mar, pero desde otra parte de la ciudad. Desde el barrio de los pescadores. El océano sonaba suave y el sol tímido calentaba mi piel. Las rocas se divertían. Unos chicos jugaban a la pelota. En el avión de regreso sí pensé en ti.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si hay alguna cancion que me puede venir a la cabeza cuando leo tu blog es MAD WORLD pero la versión de REM. Es como una sombra triste pero a la vez llena de sentimientos que la tristeza no sabe apagar.
Ánimo Ce, siempre vienen tiempos mejores.

Ce Castro dijo...

un abrazo superfuerte gatochico.

pdt. gracias por el regalo.
http://es.youtube.com/watch?v=X_yQcwfr-HU&NR=1