jueves, 11 de diciembre de 2008

La ropa tendida al sol

Ya está aquí. No la había sentido, pero parece que aparecerá pronto. Todos hablan de ella, incluso yo, pero hasta hoy estaba lejos. Ya nos han anunciado que a partir de enero, nuestros pírricos salarios bajarán un buen pellizco. Por eso he decidido poner al mal tiempo buena cara y destacar que, tal vez, el próximo año tenga veinte días más de vacaciones. Quién no se consuela es por que no quiere. ¿Qué haré con tanto tiempo libre? No lo sé, pero pienso en los olores y en los sabores que están por venir. En los ríos que no he visto y en las lagartijas que están por cazar. Y también en la ropa tendida al sol. En todas esas cosas por las que merece la pena vivir. También en los colores, pero sobre todo en el azul, el verde y el rojo. Siempre el rojo, ese que marca a día de hoy mi existencia. Respiro, muerdo y vivo, tendido al sol.

3 comentarios:

Iara dijo...

Yo también pienso en los olores y sabores que están por llegar, en la autenticidad, en la clase, la educación, la sorpresa, la picardía, el no tener que luchar más contra la cobardía, en la franqueza, la sensibilidad, la humildad...

Iara dijo...

... en el verde de unos ojos que te miran sin esperarlo...

Ce Castro dijo...

Pues eso, lo dicho...que mañana será otro día...y tal vez nos encontramos con esos ojos verdes que te 'atormentan'