lunes, 14 de septiembre de 2009

Que pestañean sin cesar

Un lugar al que asirme mientras me tiemblan las rodillas. Un vendaval arrasa todo lo que hay tras mi espalda y temiendo convertirme en estatua de sal no miro hacia atrás. A lo que pasó. Busco un lugar en el que refugiarme. También me tiemblan las manos y mi boca se seca, cual erial. Sólo hay unos ojos ante mí que pestañean sin cesar. A ellos me aferro. Aire y vida. Oigo como el mundo se desploma, pero sigo agarrado y sin respirar. Me deja de latir el corazón y temo las sonrisas de los demonios del pasado, esas que se escuchan a lo lejos, junto al espejo de la entrada y la máquina de tabaco. Siento el silencio previo a la tormenta. Todo pasa. Han sido once segundos devastadores. Las botellas y las copas sobre la mesa se han disfrazado de añicos. El sonido ambiente regresa. Estoy vivo...

http://www.youtube.com/watch?v=MMd-nnIdxh0

Pdt. Los siento, hoy Marco Masini y 'Bella idiota'...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya ha pasado una semana y un día desde que tienes la formula mágica de hacer las cosas porque te apetece y no por otra cosa.....¡Enhorabuena! Ahora me toca a mi replantearmelo todo. Qué difícil es todo y que bien me va a saber cuando lo disfrute!!!!! como un helado de Tuttifrutti.

Ce Castro dijo...

jejeje a ver que pasa... pero algunas veces hace falta que 'empujar' un poquito las cosas para que sucedan jejeje