Lo de los chistes nunca se me ha dado bien, pero tengo que contar alguno porque hoy he leído en un fotolog, uno de esos que habitualmente ojeo, que su autor necesitaba escribir algo feliz para "alegrar" el sitio en cuestión.
Luego, he mirado este blog y he pensado que necesito darle un toque positivo. Además, hoy ha sido un buen día, a pesar de que no me haya cogido el teléfono.
Cuando pienso en algún chiste siempre recuerdo a una amiga que aunque se ha perdido en el tiempo, sé que está ahí. El cariño no se olvida. Bueno pues allá va...
Dos ratitas toman un café en una bonita terraza. Charlan amistosamente de sus cosas. Chismean, ríen, bromean,... Al rato, pasa volando –no podía ser de otro modo- un murciélago. Después, una de las ratitas le dice a la otra: ¡Mira!, ¡mira!, ese que acaba de pasar es mi nuevo novio. La segunda ratita pone cara extrañada y no puede decir más que “¿Ese?, pero qué feo es...”. La primera ratita, muy digna, responde tajante: Sí, es feo, pero es piloto.
Siempre sonrío con este chiste.
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