sábado, 22 de enero de 2011

Los mismos pasos de todos los días

Se levantó a media mañana. Se había pasado toda la noche oyendo llover. La gotera del salón se había portado bien y no había dado señales de vida. Algunos rayos de sol se colaban por la persiana mal cerrada del salón y la nevera estaba vacía. Anoche no había pasado por la tienda para comprar leche... y ahora sólo tenía café. El gas estaba a punto de acabarse y pensó en que algún día debería limpiar la mesa de la cocina. Los días avanzaban y ya no atinaba dónde diablos se habían metido. Cogió su taza negra y roja y vertió el café recién hecho, pero antes había puesto una cucharada de azúcar. Siempre el mismo ritual. Se sentó mirando hacia la ventana y mojó una magdalena cuadrada. Cuatro minutos después se fue al fregadero y abrió el agua fría, miró de reojo el reloj de la pared y salió disparado al baño; le quedaban diecisiete minutos para llegar a la parada de la guagua. Colocó la ropa sucia en el cesto de la esquina y se metió en la bañera. El champú estaba en su sitio y el agua lo despertó definitivamente. Después, el vaho se había apoderado del espejo y resopló por el frío de la vida. Se miró de frente y una vez más se preguntó qué diablos estaba haciendo con su vida y también por qué ya casi nunca sonreía. ¿Se había olvidado? Pasó la mano para poder verse mientras se peinaba. Miró hacia otro lado y ya vestido echó a andar. Los mismos pasos de todos los días. No se fijaba en las caras, ni en los árboles. A veces sólo en las nubes. Parece que no llovería más. Un tullido le ofreció un número de lotería, soñó en lo que haría con tanto dinero y continuó andando sin pararse a comprar el décimo. ¿Para qué, si nunca toca? Se tropezó con la esquina y avanzó zigzagueando entre la gente. No tenía un destino claro. No sabía a dónde ir. Ya no...

http://www.youtube.com/watch?v=eBKpgnuZl7Q

Pdt. En el recuerdo, Lola Flores y su 'Zarzamora'...

2 comentarios:

Flaviani. dijo...

Entonces tendrá que buscarse un camino nuevo para encontrar sitios a los que pueda ir a sonreir, eh

Ce Castro dijo...

por supuesto. eso es lo bueno, que siempre hay nuevos caminos por donde andar. un abraz y bienvenida!