sábado, 30 de julio de 2011

Entre tanta suerte adversa

Margarita no se peinó para salir de casa. Tampoco tocó rímel. Estaba triste y quería que todos se diesen cuenta. En el bar de Paco, Julia le comentó que desde hacía días le notaba algo extraño en los ojos. No lo dudó un instante y aprovechó la tesitura para descargar todas sus penas y poco le importó que la camarera fuese una completa desconocida atareada con mil quehaceres pendientes. Con pelos y señales describió cada una de sus penas y, como no, no esperó a escuchar a la otra parte. Salió de allí corriendo y andando se encontró con Mari Paz, la florista. A ella también le confesó sus amarguras. Así se pasó la vida, contando lo desgraciada que era, la de penas que había tenido que soportar y también la de cargas que arrastraban sus hombros. Margarita era una chica desdichada. Lo asumía con una sonrisa, aunque poco tiempo tuvo entre tanta suerte adversa pararse a escuchar lo que le pasaba a aquellos que se encontraba en su tortuoso caminar…


Pdt. Suena Duncan Dhu y su 'Capricornio'. Buen día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigues en tu linea de escribir cosas especiales =)

Ce Castro dijo...

Lo especial no es lo escrito, sino quien lo lee, que le da un significado especial. Muchas Un abrazo.

Anónimo dijo...

=)