viernes, 10 de agosto de 2018

Cediendo espacio

Cediendo tanto, que casi no me queda espacio para respirar. Así me despierto algunas mañanas de nubes. Miro por la ventana y no atisbo ningún rayo de sol. Parece que se ha ido para siempre. Intento coger aire, pero casi no me queda. Me he acostumbrado a vivir así. De esta manera en la que me he dejado de importar. Las rodillas me flaquean y la piel reseca ha dejado de pedir auxilio. También los pelos que crecen sin control. Y del sol ni rastro, me digo sabiendo que si me preocupo por las nubes podré seguir estando vivo. Lo complicado sería ocuparme de mí…

Mundo verde, de Fluzo.

No hay comentarios: