domingo, 22 de abril de 2007

El silencio

No. Silencio. Sólo eso. Tal vez aún pueda haber esperanza de que diga algo. Te la jugaste. Pensaste que iba a pasar. Sabías que era complicado, pero creías que había más posibilidades de que al final dijese algo.
Ahora silencio. De ese que sólo es lo que es. Sin más. No es ni doloroso, ni alegre, ni tenso, ni nada. Eso, silencio. Ni que sí, ni que no. ¿Será eso cierto de que la esperanza es lo último que se pierde?
Es tan fácil pensar… Soñar. Pensar en que todo será como tú quieres y no como realmente es. Las cosas son así. Puede que haya quién piense que era demasiado bonito para ser cierto, pero por qué no me iba a pasar a mi. Si a otros les sucede.
Un golpe de suerte. Así llegó. Si he de ser sincero, ni lo había visto. Sabía que estaba allí, pululando a mí alrededor, pero no me había percatado de su dulzura. Lo reconozco, no suelo ser muy hábil en esto de fijarme en quien debo. Después tampoco. Fue amable. Eso es algo a tener en cuenta. Mucho, con los tiempos que corren. Me zafé como pude, sólo una vez, pero lo hice.
Pero ahora sólo silencio.

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