sábado, 28 de junio de 2008

Sin esconderme

Estoy feliz porque hoy he sido capaz de decirte en voz alta cuánto te quiero. Sin esconderme y mirándote a los ojos. De verdad. Con calma. Sin lágrimas. En todo este tiempo se me había olvidado decírtelo. Ahora todo será mejor. Tal vez no es como hubiéramos soñado ni querido, pero tenemos que ser valientes. Todo saldrá bien, te lo prometo. Hasta siempre, mi niño.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por qué nos costará tanto decir "te quiero"? Es una pregunta que me hago my a menudo. Con lo bueno que es sentirse querido y querer... pues amí me pasa eso, la verdad, me pasa más de lo que me gustaría. Me alegro de que tú hoy hayas dado ese paso y e que te encuentres tan bien ;)

Un abrazo.

Ce Castro dijo...

A veces me pregunto por qué no seremos distintos. Más sinceros. Si dijésemos siempre lo que sentimos, tal vez todo sería distinto. Mejor. Un abrazo Labana, gracias por estar siempre por aquí.