lunes, 13 de octubre de 2008

La barca, esta vez no zozobró

Me apetece hacer un repaso somero de los tres últimos días. Ha habido un principio, un amago de final y una intersección en el camino. Las tres historias, me recordaron a mi pasado más inmediato. A una piel tostada, a una nariz y al dolor sentido. El sábado me tropecé con la ilusión de quién comienza a embarcarse en una travesía apasionante, la de las chispitas, que es aquella que se siente cuando después de un largo hastío te encuentras con una persona que te hace sentir cosas distintas. Mucha suerte, nena, pensé al tiempo que me inquietaba la idea del qué pasará... 24 horas después estuve en una crisis. Inventada, pero crisis al fin y al cabo. A veces hay quien se obsesiona con una idea y no la suelta. Da igual lo que pase, uno no quiere dejarla escapar por muy negativa que sea. Al final tuve que actuar de maestro de ceremonias y torear la embestida como pude. La barca, esta vez no zozobró. Hoy la cosa ha sido distinta. Estuve con alguien que está en una rotonda. Sabe que no puede seguir dando vueltas y que su destino es Tenerife, pero no sabe cual de las salidas es la correcta. La encontrará, no tengo dudas. Y este es mi nuevo mundo. Mañana los Príncipes de Asturias, pero esa ya es otra historia.

http://es.youtube.com/watch?v=JABaiXRfZAU&feature=related

Pdt. De la puñalada estoy mejor, gracias por preguntar... Por eso, te regalo a los Niños mutantes.

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