domingo, 25 de noviembre de 2007

Tropiezos, cartas y llamadas sin respuesta

Derrotado y triste. El otro día me dijeron que se notaba que estaba más animado, menos pesimista. Que todo volvía a marchar hacia adelante, pero no todo es como parece. Me rendí, una vez más. Flaqueé. A pesar de lo dicho y de lo pensado, intenté saber de él. Primero una llamada sin respuesta y después, más tarde, un mensaje sin réplica. Silencio. Uno que no se atiene a razones. Que no sé explicar.
Es difícil pasar la tarde rodeado de gente que te quiere. Celebrando contigo, cuando a ti no te apetece estar feliz. Cuando lo único que desearías es una palabra suya. Pero los minutos pasan y consigues quitártelo de la cabeza por un rato. Del corazón es más complicado.
Pero nada es eterno y a pesar de estar ausente unas horas, su recuerdo vuelve a aparecer desgarrador. Y no quieres sacar la cuenta de los días que llevas sin verlo, de las horas que hace que no le escuchas, de los minutos que dejas de respirar porque él es el único aire que quieres respirar.
Lejos queda el deseo de pasar página. De que llegue de una vez su sustituto. Otro que me haga olvidarlo. Alguien que merezca la pena y que me quiera. Eso no va a pasar y me rindo para siempre ante esta certeza.
Y como siempre me tropiezo con una canción triste. Una que me cuenta cosas de ti, una que es bonita y que también habla de mí y de los mensajes que nunca leerás y de los sentimientos que no he dejado escapar porque “hay cosas que te escribo en cartas para no decirlas”.


Más cosas en:
http://www.letrascanciones.org/rosana-arbelo/magia/carta-urgente.php
http://es.youtube.com/watch?v=ABl2k5vsn9Y&feature=related

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ce, su ausencia te pone ante los ojos que no vale la pena, que no puedes seguir sufriendo así, que te mereces algo mejor. Yo me lo dije muchas veces, porque en el fondo lo creía, a ver si de esa forma terminaba por aceptarlo. Y créeme que se supera; créeme si te digo que cuando menos lo esperes aparecerá alguien que vuelva a robarte el corazón. Y dirás: vale la pena.
Firmado: Nai