jueves, 6 de marzo de 2008

La cuchara de cabo rojo

El otro día al abrir la lata del gofio me di cuenta de que ya no estaba aquella cuchara de cabo rojo vieja y divertida, y algo se me encogió en el estómago. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Un año desde la mudanza? ¿Más? Ahora todo es distino. Y más desde que comenzó marzo. Este mes está siendo mejor y todas las cucharas ahora son mías.
Hoy ha sido un buen día. Por fin he vuelto a mi mundo. Este que es de muchos colores y sonidos. Este que no se sabe de donde viene ni tampoco a dónde va.
Tengo esa sensación extraña que aparece cuando hay un montón rosa de cosas que contar, pero que no sabes cómo empezar y al final parece que no ha pasado nada interesante. Pero sabes que es mentira, que no es así, y te resistes, aunque las palabras no aparezcan.

Pdt. Os extrañaba a todos. Un abrazo fuerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro inmensamente de que todo vuelva a mejorar. Siempre amanece, aunque la noche pueda ser larga, sólo es preciso esperar a que pase la racha y por supuesto también querer seguir haciendo camino. Tienes muchas cosas que contar, aquí estaremos leyéndote en los buenos momentos y en los no tan buenos.

Un abrazo,

Labana