miércoles, 16 de abril de 2008

A mi amic Daimiel

Pensé que mi amic Daimiel se había olvidado de mí. Pero no ha sido así. Extraño su sonrisa jugona cada vez que le soltaba alguna de mis ocurrencias. Siempre sentado cerca de mí. “Veo que sigues con nubes y claros, sin atreverte a entrar en la luz soltando la mano de la maldita sombra, única que parece entenderte y arroparte”, me dijo. “No olvides, sin embargo, que algunos te esperamos en ese mundo temerario que nos invita a arriesgar felicidad y tristeza” susurró y supe que era verdad. Tiene razón, aunque esté en La Orotava. Camino hacia el sol, pero sin saber muy bien dónde diablos queda. Y así es difícil. Después comí con MariPino. Hablamos de eso que dura para toda la vida. De lo difícil que es conseguir algo perenne. No es justo, zanjé y seguí tragando. Al final me subí una vez más al tranvía. Las paradas se iban sucediendo una tras otra, como gotas que se escapan de un grifo mal cerrado. No dejé de mirar mis tenis nuevos mientras pensaba en una foto. Esa en la que se ve a un chico corriendo en un prado. Con montañas nevadas al fondo y hierba bajo sus pies. Libre.

http://es.youtube.com/watch?v=bWwIBJzCu0s

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Necesito una novia Inglesa, despreocupada y parrandera...que le guste el vino y hacer el amor por la mañana. Que se vista de colores, que coma chocolate, que le guste ir de cena. Ay cachorrin...que aburria se me pone a veces la vida :-P

Ce Castro dijo...

Ten fe. Eso es lo único que nos queda wapisima...

Anónimo dijo...

Compañero... y sin embargo buen amigo. Me ha emocionado tu dedicatoria. Ya sabes que siempre estará apoyándote y pendiente de tus "relatos" que tanto me gustan. Ah, y no me olvido de esa comida que te debo en la Villa. A ver si un día de estos se puede hacer, que no tengo tiempo ni pa' mirarme en el espejo... Un abrazo, "jugón".