martes, 28 de julio de 2009

Una mano con dedos que le guíe

De prestado. A veces así voy, como si nada fuese mío. Aunque hace un par de días creyese que, por fin, estaba integrado en el mundo, que las cosas marchaban y que ya no necesitaba de ti. Ahora vuelvo a estar detenido. A la espera de que el semáforo vuelva a ponerse en verde. Los segundos pasan y miro mi reloj, el que no existe pero está en mi muñeca sin saber muy bien si en la izquierda o la derecha, pero ahí está, siempre esperando a ser mirado. En el impasse llega tu sustituto. Uno que es igual que tú y que busca, como tú, un barquero que le ayude a pasar a la otra orilla. El semáforo sigue en rojo y pienso en que no me apetecen más tropiezos en piedras que ni me van ni me vienen, pero insiste –sin decírmelo con palabras, sino con gestos- en querer llegar de mi mano a un mundo distinto, para luego allí dejarme para siempre. Sólo quiere una mano con dedos que le guíe por este sendero complicado que es la vida de los que aman a gente de su mismo sexo. Verde y echo a andar. Avanzo un poco más por una calle que me suena y sin decir nada, pero sabiendo, que por ahora, ésta no es mi vida, sino una de prestado.

http://www.youtube.com/watch?v=DTMWWRF-K0Q

Pdt. Hace un par de días escuché detenidamente 'Gwendolyne' de Julio Iglesias y supe que debía estar aquí cuanto antes...

2 comentarios:

Iara dijo...

no estás de prestado, créeme... eso es sólo una sensación que nos invade a muchos... a ti, como a todos, nos pertenece esta vida en la que estamos. de nosotros depende que sea mejor!

Ce Castro dijo...

esta way tener a gente junto a mi que nunca me deja caer. muxas gracias, guapa.