martes, 5 de junio de 2007

Lágrimas

Una lágrima perfecta. Después muchas. Todas. Lo único que hice fue llorar. Llorar mucho. Hacerlo una y otra vez. Hasta que no pude más. Es lo único que me queda ahora. Lo único hasta que me recupere. Y sólo una pregunta: ¿por qué?
Cuando uno se arriesga a preguntar, debe asumir el reto de recibir y aceptar las respuestas por muy duras que sean. Aunque no nos gusten.
El dolor es doloroso. Mucho. Todo. Tengo las entrañas rotas. Partidas en mil. Sufro. ¿Y ahora? Volver a empezar desde el principio. Pero después de sanar mis heridas.
Tal vez mañana sea un día bonito. Quizá. Mucho. Todo. Ojalá, pero ahora sólo me apetece llorar, llorar y llorar. Llorarlo todo. Hasta el final. Hasta que esos ojos se borren de mi memoria y su voz deje de retumbar en mis tristes oídos.
No quiero que mañana el cielo sea azul tokio. No quiero que no me quiera. Quiero quererlo y quiero que me quiera. Lo quiero todo y mucho.

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