Tal vez el sol salga hoy. Ya debería saberlo porque son más de las doce, pero estoy en el zulo de General Porlier... No hay nada que hacer, sigo triste. Tampoco llamó anoche, a pesar de que insistió en que lo haría. Ni lunes, ni martes, ni miércoles... Los días sin verte se amontonan y ya no sé dónde ponerlos. ¿En el bidón de la ropa sucia?
Procuro olvidarte, pero no es fácil. Ahora sólo existe una idea que me ronda y lleva tu nombre. Ese que no puedo decir en voz alta y que me gusta tanto, aunque al principio dijese que no.
No me apetece leer, ni ver gente. Sólo estar en silencio, soñándote. Imaginándome otro mundo, otras palabras y otros pensamientos. Quiero volver al principio. A los días de las mariposas en el estómago. Al final, todo se colocará en su sitio. Debo tener paciencia. Esta tormenta pasará, dicen todos, pero yo ya no creo nada.
Y la idea sigue girando por todas las esquinas de mi cuerpo. El mismo que se quedó roto el pasado jueves 23 de agosto.
Procuro olvidarte, pero no es fácil. Ahora sólo existe una idea que me ronda y lleva tu nombre. Ese que no puedo decir en voz alta y que me gusta tanto, aunque al principio dijese que no.
No me apetece leer, ni ver gente. Sólo estar en silencio, soñándote. Imaginándome otro mundo, otras palabras y otros pensamientos. Quiero volver al principio. A los días de las mariposas en el estómago. Al final, todo se colocará en su sitio. Debo tener paciencia. Esta tormenta pasará, dicen todos, pero yo ya no creo nada.
Y la idea sigue girando por todas las esquinas de mi cuerpo. El mismo que se quedó roto el pasado jueves 23 de agosto.
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