Estoy a las faldas de una gran montaña. Tengo que comenzar a ascender y no tengo fuerzas. No sé cómo voy a arreglármelas para alcanzar la cima, que es al lugar a donde debo dirigirme. Todo me parece un mundo lleno de peligros y complicaciones. No sé qué será de mí...
Todo cambia para permanecer igual. Los últimos diez días han sido extraños. Es como si un huracán hubiese devastado el planeta y yo estuviera en un lugar dónde no hay gravedad. Permanezco suspendido en el aire, sin ambiciones, sueños o deseos...
Quiero sentir como tus brazos se entrecruzan sobre mi espalda. Necesito respirar tu piel. Acariciar tus labios. Tal vez, eso me ayude a subir esta gran montaña que se eleva ante mis ojos.
2 comentarios:
Hoy estreno el blog de "mi cachorro".
Después de la tempestad siempre viene la calma...o eso dicen :-)
El "momento" huracán yo también lo sentí, creo que estábamos en el mismo punto "ingrave" del planeta.
Los días "raros" pasarán, aprovechalos porque mucho peor son los días"iguales".
Besos cachorrin ERES EL MEJOR !!!
Welcome, guapísima
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