viernes, 4 de julio de 2008

¡Tengo sombra!

Me duché pronto y cuando miré hacia la pared allí vi mi sombra. Tengo una, pensé y dudé de si eso era bueno o no. Después me sequé con mi toalla azul y dejé de pensar por un rato. Desayuné piña y dos cruasanes. Recogí los trozos de mi despertador que voló cuando lo intenté apagar a las 07.50 horas. Me asaltaron algunas preguntas mientras tanto. ¿Lo que no mata, engorda? ¿La cáscara guarda al palo? ¿Si no duele, es amor...? Y ahí me quedé. Me detuve ante algunos edificios y luego ya empezó a sonar el teléfono, las noticias a nacer y yo un poco a morir. Otra idea se me atraviesa más tarde. ¿Es esto, la vida es esto? También descubrí que no tengo muchos lugares a dónde ir, ni clavos ardiendo a los que agarrarme, pero me gustan mis vaqueros viejos. Y mi piel. Todo hay que decirlo. Veo una fotografía que tengo guardada en mi portátil y ya no sé qué pensar ante ella. Descanso y vuelvo a la carga. Como pulpo guisado y al final de la tarde pongo una lavadora. Todo se mezcla como una batidora vieja, de las que trituran. Y sigo vivo.

http://es.youtube.com/watch?v=Hq_05YpTOcY

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