jueves, 27 de septiembre de 2007

La otra cena

A la mañana siguiente. Cuando creías que ya nada podía ir a peor, ahí está la realidad para confirmarte que sí. Que aún se puede caer más bajo. Que el fango que te cubre hasta las rodillas puede seguir subiendo. Parece que da igual lo que hagas porque nunca es suficiente. Tu mundo se ha desmoronado como ese estúpido castillo de naipes que algún listillo tardó horas en confeccionar para admiración del respetable y un estornudo tonto se encargó de fulminar.
Antes. La tarde comenzó temprano. “Se ruega etiqueta”, rezaba la misiva. Así lo hice. Llegué en punto, no me apetecía arribar a un lugar extraño solo. Y allí en el Bósforo –entre dos continentes, Pasado y Futuro-, apareció. Ahora lo entendéis todo. No pudo pasar ni cinco minutos antes, ni cinco después. Tuvo que hacerlo por aquella calle estrecha justo cuando el Cachorrillo quería comenzar a olvidar.
Al verlo supe que ya había llegado a Tenerife. Se había ido y regresado sin decir nada. Fueron cuarenta segundos extraños. Igual que lo es todo últimamente. “Estoy bien”, se evadió el Cachorrillo y Bofilitio como si nada hubiera pasado dejó caer dónde estaría mañana para que el Cachorrillo vaya, una vez más, hasta donde está él. Irá, pero para exigir su lugar en el mundo.
Después no pasó nada extraordinario. Me adentré en Estambul, un lugar aderezado de colores y sabores lejanos e igual de amables que mi dolor. Todo fue bien. Me sentí adecuado, como en casa. Porque aquel era aún mi hogar. Supe que hay cosas que sí van bien. Al final, seguí deseando que todo continuase, que lo me rodea, lo que no está en el Bósforo, se vaya alejando irremediablemente mientras suena una bonita canción de Tarkan.

Pdt. Gracias, un abrazo.

Más cosas y sonidos en:

http://www.audio.ya.com/tarkanspain//

http://www.youtube.com/watch?v=mYSASv5nHgA

http://www.youtube.com/watch?v=e42ikRmifps&mode=related&search=

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ce, no sabía nada de lo que ocurrió ayer antes de entrar en Estambul... por qué no me lo dijiste? qué guiño más lindo que citaras a Tarkan, no por él, sino porque en su nombre queda algo de nuestra conversación... esto no puede seguir así; en cuanto me recupere es preciso una conversación hasta las mil inundados de alcohol... hay que poner algunas cosas en su sitio; ordenar las ideas y emprender acciones.... también para mí

Ce Castro dijo...

Ponte bien pronto. Acudí... No tuve valor d poner las cosas en su sitio. Es como si viviésemos en dos mundos paralelos (q nunca se van a cruzar). Ahora (14.30) no estoy en mi mejor momento. 1 abrazo.